Mi vida quisiera que fuera un solo acto de amor..., un suspiro prolongado de ansias de Ti. Quisiera que mi pobre y enferma vida fuera una llama en la que se fueran consumiendo por amor... todos los sacrificios, todos los dolores, todas las renuncias, todas las soledades.
Quisiera que tu vida, fuera mi única Relga.
Que tu "amor eucarístico", mi único alimento.
Tu evangelio, mi único estudio.
Tu amor, mi única razón de vivir.
15 de enero de 2010: ¿qué tiene que decir a los jóvenes la vida del Hermano Rafael?
jueves, 14 de enero de 2010
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