jueves, 13 de mayo de 2010

TESTIMONIO (7-5-2010): EL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

El pasado viernes 7 de Mayo, El Adoremus se trasladó hasta la Parroquia del Inmaculado Corazón de María del Barrio Peral donde fuimos acogidos muy cálidamente por su Párroco D. Miguel Ángel y por bastantes feligreses que se sumaron a nuestro encuentro semanal de Adoración.
El testimonio estuvo a cargo del propio D. Miguel Ángel, quien nos hizo profundizar sobre el tema “El Inmaculado Corazón de María”. Partiendo del Evangelio de S. Lucas y subrayando la frase “María lo guardaba todo en su corazón”, fue invitándonos a sumergirnos en el corazón amoroso de Ntra. Madre, dispuesto siempre a hacer la voluntad del Padre, desde el “Fiat” dado ante el ángel, hasta recibirnos como hijos al pie de la cruz con el alma traspasada por la espada del dolor más fiero. Ella, nos seguía diciendo, siempre se fió de Dios, se abandonó en los brazos de “Aquel que todo lo puede”, con una confianza sin límite, guardándolo todo en su corazón, sobre todo lo incomprensible y doloroso. ¡Qué lejos esta postura de nuestras protestas externas o internas ante la voluntad de Dios cuando no coincide con nuestros planes! D. Miguel Ángel nos invitaba a acercarnos al corazón tierno de Nuestra Madre, recordándonos que Ella siempre ama a sus hijos hagan estos lo que hagan y que está siempre esperándonos a pesar de nuestros pecados y miserias.
Tras hacer un recorrido cronológico de esta devoción y explicarnos que ha sido a través de la vidente Lucía Martos por quien se ha extendido en el mundo esta y se ha consagrado el mundo en diversas ocasiones a su Corazón Inmaculado por deseo de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, pasó a hablar de las virtudes fundamentales que adornan su Corazón: humildad, pobreza, servicialidad y confianza.
Después de animarnos a imitarla en estas virtudes, terminó invitándonos a todos a acercarnos más al Corazón de nuestra Madre porque será a través de Ella como nos encontraremos con Jesús. Toda alma debe ser mariana y no se concibe un cristiano que no ame ni venere a su “Madre del cielo”, sobre todo después de conocer todo el amor que Ella encierra en su corazón.

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